En el mes de septiembre se ha realizado la primera actividad del curso 2018/19 de nuestra Asociación: el Viaje a Irán. Se formaron dos grupos, el primero viajó del 21 a 30 de septiembre y el segundo del 23 de septiembre al 3 de octubre. José Juan Fernández, vocal de actividades de la Junta directiva, ha sido el coordinador de esta actividad en la que socios y amigos hemos podido acercarnos a este país con una cultura milenaria. Además de las ciudades Teherán, Isfahan, Yazd y Shiraz, donde pernoctamos, hemos visitados otros bellos e interesantes lugares.

El palacio de Golestán, el Museo Nacional y el Museo de las Joyas en Teherán fueron los primeros espacios que vistamos; solo un día estuvimos en la capital del país por lo que no hemos conocido mucho más. De camino a Isfaham hicimos parada en el Santuario de Qom donde las mujeres tuvimos que colocarnos el chador. También paramos en Kasham, una ciudad situada en pleno desierto, para visitar en el bello Jardín Bagh-e-Fin, una casa histórica y la Mezquita-Madraza de Agha Bozorg. 

Ya en Isfaham visitamos la preciosa plaza de Nagh he Jaham con su enorme fuente y el apacible deambular de la gente al atardecer, sus imponentes Mezquitas del Shah y de Jeque Lutfollah recubiertas de cerámica esmaltada con predominio del color azul turquesa, característico de esta ciudad; sorprendente fue palacio de Ali Aqpu con sus alfarjes y su curiosa sala decorada con estucos recortados para favorecer la acústica; el gran bazar, donde el tiempo se para en el encanto de sus pequeñas tiendas; la impresionante catedral de Vank en el barrio armenio; la antigua y preciosa mezquita de Jameh donde se aprecia un alarde del uso del ladrillo visto en cúpulas, bóvedas y paredes; y los puentes de Khaju y Si-o-se-Pol sobre el cauce, desoladamente seco del río Zayandeh (“dador de vida”). Estuvimos dos días completos y nos supo a poco.

En Yazd, nos conocimos el Templo de fuego zoroatriano “Atash Behram”, los jardines de Dolat Abad, alejados del centro, y la encantadora Mezquita Yame y donde quedamos asombrados con su bellísimo mhirab. Bonito recuerdo nos quedó de la visita a la casa donde vivió Marco Polo y la contemplación del atardecer desde la azotea, entre cúpulas redondeadas y los badgir (torres del viento) que dibujaban un horizonte ocre. Por la noche dimos un paseo por la animada plaza Amir Chakhmaq. Al día siguiente, de camino a Shiraz nos dirigimos a las Torres del Silencio, edificios funerarios del rito zoroastriano y después visitamos los restos arqueológicos de Pasagarda, primera capital del imperio aqueménida en la que Cambises I mandó construir el Mausoleo de Ciro el Grande.

A todos nos impresionó Pérsépolis, los restos de la ciudad comenzada a construir por Darío I (s.VI a.JC) y los bellos relieves de los zócalos, reflejo de su pasada grandeza. A unos doce km se encuentra la necrópolis de Naghshe Rostam con los enormes sepulcros de monarcas aqueménidas y sasánidas tallados en la roca.

En Shiraz visitamos el Mausoleo de Shah Cheragh con impresionante cúpula bulbosa sostenida por un elevado tambor. Al día siguiente paseamos por el hermoso Jardín Eram, y después fuimos a la Mezquita Nasir-ol-Miolk con bellos paneles cerámicos y vidrieras por donde la luz se filtra como un caleidoscopio sobre las alfombras. En el bazar Vakil, uno de los más grandes del país, hicimos las últimas compras. Dejamos para la tarde la visita a la fortaleza Karimkhani con su precioso “hamman” y, por último, la tumba del poeta Hafez («preservador» pues conocía de memoria el Corán) donde nuestra compañera Matilde Caraballido leyó algunos hermosos poemas del poeta que fueron repetidos en parsi por nuestro guía Magy.

Una experiencia inolvidable.

A continuación mostramos un video resumen del viaje. Para ampliar la pantalla, pulsar en el icono que aparece en la parte superior. En dispositivos móviles, realizar doble pulsación en la pantalla del vídeo.