Asociación de Profesorado para la difusión y protección del Patrimonio Histórico

África Cabanillas Casafranca

La pintora Delhy Tejero (Toro, 1904-Madrid, 1968) decoró entre 1965 y 1966 el vestíbulo del Edifico de Oficinas, conocido como el Cubo, de la antigua Fábrica de Tabacos de Altadis en Sevilla con varios frisos que recorren los muros y los pilares, además de una mampara. La pintura, hasta ahora conservada en su ubicación original, se integraba perfectamente en el conjunto fabril, al igual que el relieve de la fachada realizado por Tomás Parés Pérez, constituyendo ambos un ejemplo excepcional, y de gran valor, como obras decorativas de la arquitectura industrial.

1 Antigua fabrica de Tabacos de Altadis en Sevilla 2021Archivo de la Autora

Antigua Fábrica de Tabacos de Altadis en Sevilla, 2021. Archivo de la Autora.

El mural es un óleo sobre lienzo de un metro de alto, aproximadamente, que ocupa la parte superior de las paredes del vestíbulo ―además de los pilares―, a excepción del lado opuesto a la puerta de acceso, que está cerrado por una mampara, también diseñada por la artista. En el friso de la izquierda aparecen temas alusivos a América: hojas de tabaco secándose, dos indios recolectando, piedras de moler, formas que recuerdan las tiendas indias, aves exóticas y una rosa de los vientos. Por su parte, el de la derecha muestra motivos relacionados con España: aves y hojas de tabaco puesta a secar, un sol, pipas, abanicos, cajas, dos cigarreras, un alambique, un timón y varias carabelas. La mampara está decorada con flores de tabaco grabadas en el cristal, lo que da a la obra una gran unidad.

2 Vestibulo del Edifico de Oficinas de la antigua fabrica de Tabacos de Altadis en Sevilla 2020 Archivo de la Autora

 

Vestíbulo del Edifico de Oficinas de la antigua Fábrica de Tabacos de Altadis en Sevilla, 2020. Archivo de la Autora.

La compra de la Fábrica de Tabacos, cerrada desde 2007, por parte del grupo inversor KKH en el mes de junio del año pasado y su futura transformación en un negocio hotelero suponen un grave peligro para la conservación de la obra. El principal edificio del nuevo proyecto, un hotel de súper lujo, se construirá de nueva planta, mientras que el Cubo será rehabilitado para convertirlo en un centro cultural. Según el diseño del arquitecto japonés Kengo Kuma, su planta baja, donde se encuentra el mural, será una plaza abierta y pública, lo que inevitablemente supondría la retirada de su ubicación original o, en el peor de los casos, su destrucción. Las obras podrían empezar en menos de un año, puesto que la Junta de Andalucía ha declarado este proyecto de interés estratégico, es decir, de particular importancia para la ciudad, lo que está agilizando la tramitación de todos los permisos, en particular, la transformación del suelo de uso industrial a terciario.

3 Detalle del friso Amrica del vestbulo del Edifico de Oficinas de la antigua Fbrica de Tabacos de Altadis en Sevilla 2020 Archivo de la Autora

Detalle del friso (América) del vestíbulo del Edifico de Oficinas de la antigua Fábrica de Tabacos de Altadis en Sevilla, 2020. Archivo de la Autora.

Las razones por la cuales este mural merece ser conservado son muchas. Por una parte, destaca el hecho de que se trata de un sobresaliente ejemplo de pintura mural de época franquista, en el que tanta importancia tuvo esta técnica de difícil conservación, en especial, por ser el muro su soporte. Por otra, cabe resaltar, como ya hemos hecho, el valor de la unidad del conjunto fabril, esto es, la estrecha vinculación del friso y la mampara con el espacio en que se ubica. A su vez, tiene un importante carácter representativo, puesto que la presencia de elementos ornamentales no se encuentra en el resto de la producción arquitectónica industrial de esta época en Sevilla, donde, además, no hay ninguna otra obra de esta sobresaliente pintora. Delhy Tejero fue una de las protagonistas de la renovación artística española desde los años treinta hasta finales de los sesenta del siglo XX, cuya producción está siendo recuperada, como demuestra el hecho de que el Museo Reina Sofía, el más importante de los museos estatales de arte contemporáneo en nuestro país, exponga varias obras suyas en la última reordenación de su colección, inaugurada hace unos meses.

Es más, creemos firmemente que es necesaria la conservación del mural y la mampara in situ, en el lugar para el cual fueron concebidos y donde han permanecido durante más de cinco décadas y, de no ser posible, al menos, la cuidadosa retirada del friso ―que no entrañaría grandes dificultades por tratarse de un lienzo― y su conservación. O, aún mejor, su colocación en un edificio público de la ciudad en el que pudiera ser admirado y disfrutado por el mayor número de personas posible. Lo contrario, su desaparición, sería de una extrema gravedad para nuestro patrimonio e imperdonable que las instituciones, así como el mundo artístico y cultural, puestas en su conocimiento, no hicieran nada para protegerlo.